El Clapton, y la historia del blues es, desde muchos puntos de vista, la realización de lo inverosímil: por un lado una música étnica, la de los negros del sur de los Estados Unidos, hoy convertida en uno de los pilares de gran parte de la música popular en todo el mundo y por el otro, una taberna que lleva en sus espaldas más de 10 años en un lugar donde poco tiene sabor a durar. Cuesta imaginarse las dos situaciones, la primera, un Blind Lemon Jefferson cantando en una esquina del ghetto de Dallas en 1928 y hoy a más de 70 años, influenciando a miles de jóvenes de todos los colores. Y la segunda, aquella prolongación del living de la casa de este personaje que sin querer queriendo hoy en el 2007 sigue abriendo sus puertas para confirma que de todos modos valió la pena darle un lugar a quien desee encontrar su camino. Nos puede resultar increíble, si nos paramos a pensar de dónde viene todo esto, ver a las bandas locales practicando con destreza el blues y cantando en la lengua de Muddy Waters o en la propia. No sabemos si el blues, y el Clapton, dos simple canciones con esquemas limitados, posee los recursos necesarios para convertirse en una música de músicos. Pero, lo que sí es cierto, es que las grandes obras maestras del blues son clásicos indispensables de la canción popular y estas del eterno sonido que se oye ahí por la calle Murillo. Quien te dice y así como muchos reconocen a el blues como fuente de inspiración, alguien más reconozca que en esta ciudad las muchas horas llevadas en el Clapton sea una buena alternativa para las generaciones venideras.

PROGRAMACIÓN PARA ESTE FIN DE SEMANA:
Viernes 27 de abril - “Invisible” (Foto)
Sábado 28 de abril - Mr. MOJO.

PD: Renglones de la gran enciclopedia del Blues de Gérard Herzhaft